MILEY

El verano pasado se estrenó en nuestras carteleras 'Hanna Montana/Miley Cyrus: lo mejor de dos mundos', un documental sobre los conciertos de la conocida cantante y actriz que causa furor entre la chiquillería. Ahora, con el simple título de 'Hannah Montana: la película' nos llega esta producción que reúne al reparto de la serie y se inspira en su absurda premisa: una chica con una doble vida que se convierte en cantante famosa al ponerse una peluca rubia. En la película, Miley Stewart (el alter ego poco disimulado de Miley Cyrus) lucha por compaginar sus últimos días de colegio con la creciente popularidad de su identidad secreta, Hannah Montana.
Temiendo que el éxito se le suba a la cabeza, su padre, Robby Ray (el cantante Billy Ray Cyrus), decide llevarla al campo. De este modo, la película desvela por primera vez los orígenes de Hannah Montana y la sitúa en un mundo alejado de las limusinas y los zapatos de marca. Previsiblemente, a la niña (Miley no ha cumplido los 17) le costará adaptarse, pero pronto aprenderá lo que realmente importa en la vida y conocerá a su primer gran amor.
«La historia muestra cómo uno necesita tomarse un tiempo para entender quién es y de dónde viene», dice la estrella del filme. «Yo he tenido que hacer eso en mi vida algunas veces. Se siente genial al volver a casa y estar cómoda con lo que es en realidad». El típico mensaje bienintencionado de la casa Disney que resulta algo cínico en una creación asociada al consumismo. Para animar aún más la cosa, es un decir, el filme cuenta con la aparición de 'celebrities' como Vanessa Williams, Dolly Parton o Tyra Banks.
Éxito planetario
'Hannah Montana' supone la traslación a la gran pantalla de su equivalente televisivo, una ingenua 'sitcom' para adolescentes que ha alcanzado una fama brutal. Desde su debut en 2006 esta serie de Canal Disney ha estado acompañada de grandes audiencias. Después llegaron las nominaciones a los Emmy, los conciertos y el récord de ventas del álbum 'Breakout'.
Quién le iba a decir a Billy Ray Cyrus que a sus 47 años iba a recuperar su popularidad a través de su hija. «Es como aquello de 'el arte imita la vida y la vida imita al arte'», dice el compositor en relación a su papel. «Nunca planeamos esto, pero cuando ocurrió, Miley y yo trabajamos duro para hacerlo y mantenerlo real». Tras las cámaras se encuentra el británico Peter Chelsom.